Reflexión Lección 41 Día 10 de Febrero. Un Curso de Milagros. Helen Schucman. Solo Por Hoy. Coda.
LECCIÓN 41
DIOS VA CONMIGO DONDEQUIERA QUE YO VOY
Con el tiempo, la idea de hoy desvanecerá por completo la sensación de soledad y abandono que experimentan todos los que se consideran separados.
La depresión es una consecuencia inevitable de la separación, como también lo son la ansiedad, las preocupaciones, una profunda sensación de desamparo, la infelicidad, el sufrimiento y el intenso miedo a perder.
Los que se consideran separados han inventado muchos “remedios” para lo que, según ellos, son “los males del mundo”:
Pero la única cosa que no han hecho es cuestionar la realidad del problema.
Los efectos de éste, no obstante, no se pueden sanar porque el problema no es real.
La idea de hoy tiene el poder de acabar con todo este desatino para siempre.
Pues eso es lo que es, un desatino, por muy serias y trágicas que parezcan ser sus manifestaciones.
En lo profundo de tu interior yace todo lo que es perfecto, presto a irradiar a través de ti sobre el mundo.
Ello sanará todo pesar y dolor, todo temor y toda sensación de pérdida porque curará a la mente que pensaba que todas esas cosas eran reales y que sufría debido a la lealtad que les tenía. jamás se te puede privar de tu perfecta santidad porque su Fuente va contigo dondequiera que tú vas.
Jamás puedes sufrir porque la Fuente de toda dicha va contigo dondequiera que tú vas.
Jamás puedes estar solo porque la Fuente de toda vida va contigo dondequiera que tú vas.
Nada puede destruir tu paz mental porque Dios va contigo dondequiera que tú vas. Comprendemos que no creas nada de esto.
¿Cómo ibas a creerlo cuando la verdad se halla oculta en lo profundo de tu interior, bajo una pesada nube de pensamientos dementes, densos y tur bios que representan, no obstante, todo lo que ves?
Hoy intentaremos por primera vez atravesar esa oscura y pesada nube y llegar a la luz que se encuentra más allá. Hoy tendremos una sola sesión de práctica larga.
Por la mañana, a ser posible tan pronto como te levantes, siéntate en silencio de tres a cinco minutos con los ojos cerrados.
Al comienzo de la sesión de práctica repite la idea de hoy muy lentamente.
No trates de pensar en nada en particular.
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